El trueno, la primavera y el amor
El trueno en la primavera después de un día caluroso, es la preñez de una lluvia esperada, es el aposento de los relámpagos, los anunciadores de los rayos, con sus luces fugaces entre las nubes negras. Un cuadro que arranca en gotas gruesas y en un instante todo empapa. Al trueno le acompaña el viento del norte, que va empujando hacia el sur despertando a la naturaleza, tierra, plantas, animales y entre ellos los humanos, festival de sonidos alargadores de poder.
El trueno al igual que el amor irrumpe el presente, el motor del cambio y a la vez es un buen caldo de cultivo. Bienvenidas las hormonas subidas en las nubes del entusiasmo. La sexualidad atrapa, enreda, las testosteronas, que irrumpen al igual que el trueno, al igual que unos buenos aplausos. Unas buenas carcajadas nos traen una buena chaparrada. Penetrando en la tierra fértil, campo para ser cultivada, el delirio y la magia de lo que entra, nace y se procesa.
El trueno es el vagabundo de la naturaleza que sin mirar a la luna, clama, alarma, atormentado, feliz, iracundo, furioso, arrebatador.
Con su suave brisa, es viento que empuja, que traes lluvia viva y segura. Dura el trueno, lo que dura el viento. Se baña de risas, es amor de fantasías, es primavera, es mi niña de luna, es lo que se eleva por el calor del día. Puede que lo veamos primeramente en el horizonte, allá donde la fiesta es de aplauso y canto nuboso, reclamo de lo que estará por venir aquí.
El trueno, o espíritu, signo del Suscitativo, mirando hacia el oriente taoista, imperio de emperadores, juega un gran papel en el “I Ching” el libro de la mutaciones.
El viento de la primavera también se le llama “Lo Suave” espíritu que dispersa que junto al trueno completa la suave entrada de lo que enamora y perdura. Es el beso al completo, húmedo capullito que abres la puerta del mañana. Beso con sonido, luz, agua y aire. Sin pijama y en intimidad la naturaleza enraíza en las profundas aguas de una tierra feliz.
El «Lauburu» nave circular que traspasas los espacios en clave veloz como el viento más rápido y limpio.
El viento cambiante se llama “Lo Indeciso” pues cambia de dirección con sus bruscos modificaciones. Vehemente movimiento que sin saber donde va, gira, ahora hacia el este pero posteriormente al oeste dejando en esa transformación olas bravas, el llanto a sus espaldas, o, la ira, frustraciones, crisis de lagrimas, a saber.., la congoja o el naufragio, también encuentra en ese giro la indiferencia, la soledad. Mar de trigo y cebada, caprichoso en primavera con este viento indeciso te hace más fuerte. La libertad del ave extraordinario, al igual que el trueno, que será, que será, que trae tantas sonrisas en el aire, por carambola te encontré sin saber que ha sido el viento indeciso que me ha llevado a tus brazos. Energía pura de luz y mar Cantábrico, te veo que corres y que alcanzas el tren donde estoy.
Felicidad adolescente, asombrosa criatura de tierra y aire, hoy volveremos volando a casa, sin darnos cuenta, damos los primeros pasos en el amor.
Gerba
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El Arte de Gerba 